, , Editorial , Madrid (2016) Precio: colones

-- Sinopsis --

¿Es posible que la especie humana involucione a pesar de que los productos tecnológicos que fabrica evolucionan a un ritmo cada vez mayor? Desde el punto de vista de la biología, los sistemas y procesos de regulación son cruciales para la supervivencia de las especies y se encuentran en todos los niveles de organización biológica: molecular, orgánica, social, ecológica... Sabemos, gracias a a las visiones modernas de esa gran pieza de la ciencia biológica que es la teoría de la evolución de Darwin, que la vida social humana y su relación con el entorno no constituyen excepciones a este mecanismo. Es por esto que la total desregulación del sistema económico, junto con el dogmatismo y la desatención a los cuestionables resultados desde los cuales se han impuesto en Europa las políticas de austeridad, ha producido en el seno de la economía un choque con la ciencia en general y con la biología en particular. En el ámbito científico se habla ya del siglo XXI como “el siglo de la biología”. Consecuentemente, este libro critica la visión anticientífica e ideologizada de la economía actual y apunta hacia el desarrollo de una economía biológica que aborde la relación entre cuestiones como evolución, conocimiento, política y dinero. 
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